En la planta de nuestros pies existen más de 7.200 terminaciones nerviosas. La reflexología se basa en que en el pie está representado el mapa de nuestro cuerpo, con todos sus órganos y sistemas, así dependiendo de la zona del pie en la que el terapeuta incida o trate, los beneficios irán a un órgano o zona del cuerpo a través de esos canales nerviosos y energéticos.
Ciertos puntos de los pies se vuelven más sensibles e incluso pueden ser dolorosos cuando existe algún problema de salud o dolencia en su punto reflejo del cuerpo. Al masajear esas zonas o puntos del pie conectados con la zona afectada, ayuda a aliviar los síntomas del problema original y prevenir otras futuras dolencias.
Los beneficios de la reflexología se pueden notar desde la primera sesión. Dependiendo de la dolencia y la antigüedad de la misma, el tratamiento puede ser más o menos largo. Cada persona es única e irrepetible, por eso en estos tratamientos se trata a la persona, no al problema que traiga. No es lo mismo un malestar digestivo en una persona que en otra, ya que la raíz del problema seguramente será totalmente diferente. Por eso, el reflexólogo no diagnostica, ni le pone nombre al problema o dolencia que trae la persona. Trata a la persona de forma única y totalmente holística, teniendo en cuenta todas las circunstancias presentes y pasadas.
Tiene múltiples aplicaciones y beneficios. Sólo para que os hagais una idea de sus ventajas, voy a hacer un breve repaso por algunos de los problemas que se pueden tratar y mejorar a través de una sesión de Reflexología Podal:
Relajación: No es una terapia agresiva, por lo que la persona que recibe una sesión de reflexología, siempre va a salir con una sensación de relajación y bienestar. Muchas de las personas que he tratado, suelen decirme que cuando se van, parece que vayan andando entre algodones. Además de esta sensación de relajación que se produce en una sesión, también se pueden tratar problemas de insomnio y ansiedad que pueda traer la persona.
Emocional: El estrés y la depresión, por desgracia son problemas que sufren muchas personas hoy en día, debido al estilo de vida que llevamos . En estos casos, influye mucho la experiencia y conocimientos que tenga el reflexólogo sobre terapias transpersonales, psicología, PNL, etc., estos conocimientos añadidos a una sesión de reflexología, pueden hacer que la persona empiece a ver con más claridad cual es su problema y la forma de buscar una solución para salir de ese proceso, en el que seguramente ha entrado sin darse cuenta.
Digestivo: Incidiendo en los puntos reflejos que tenemos en la planta del pie de nuestro sistema digestivo, se pueden aliviar problemas de regularidad intestinal, digestiones pesadas, etc.. Adicionalmente, añadiendo cambios y mejoras en la alimentación, se puede dar un añadido al tratamiento para que sea mas efectivo y duradero en el tiempo.
Dolores: Se pueden aliviar los dolores de cabeza esporádicos o aquellos que ya están más mantenidos en el tiempo, y que sufren hoy en día miles de personas. También podemos lograr una mejora en los dolores musculares; cervicales, hombros, lumbares….
Circulación: Una sesión de Reflexología mueve toda nuestra circulación, tanto la sanguínea, linfática y por supuesto energética. Al activar la circulación sanguínea, se consigue que las personas con mala circulación e inflamación por este motivo, mejoren considerablemente al cabo del tiempo, que se reduzca esa inflamación y puedan realizar con mayor agilidad y menor dolor actividades cotidianas.
Depurativo: A través de la circulación linfática, vamos a ayudar al cuerpo a que depure el organismo y elimine todas aquellas toxinas que acumulamos a lo largo del día, semanas e incluso meses. Esto ayuda a que haya una reducción en la retención de líquidos. Fortalece el sistema inmunológico y aumenta las defensas.
Espero haberte dado una visión más amplia de lo que es la Reflexología Podal y que beneficios te vas a encontrar cuando te decidas a incorporar la Reflexología en tu vida. Sólo te puedo asegurar una cosa, no te vas a arrepentir. Nos vemos pronto por aquí.
Encarnación Frías Rodríguez.